lunes, 27 de febrero de 2012

5 UMPA.


Cuando un invitado se ofreció voluntariamente
a fregar los platos después de la cena,
el Maestro le preguntó:
"¿Estás seguro de que sabes hacerlo?"

El hombre protestó enfáticamente
que lo había hecho toda su vida.
Y el Maestro le dijo:
"No dudo de que seas capaz de dejar los platos limpios.
Lo que dudo es que seas capaz de fregarlos".

Y ésta es la explicación que más tarde dio a sus discípulos:
"Hay dos maneras de fregar los platos:
una consiste en fregarlos para dejarlos limpios;
la otra, en fregarlos para fregarlos".

Y, como todavía no quedaba claro, añadió:
"La primera acción es una acción muerta,
porque tu mente está fija en la idea de dejar los platos limpios;
la segunda es una acción viva,
porque tu mente está donde está tu cuerpo".

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