miércoles, 29 de febrero de 2012

56 UMPA

 
Todo el mundo hablaba del líder religioso
que había perdido la vida en una acción suicida.

Y, aunque nadie en el monasterio lo aprobaba,
no faltó quién afirmara que admiraba su fe.

"¿Fe?", dijo el Maestro.

"Hombre, al menos tuvo el valor de defender sus convicciones
hasta el final, ¿no crees?

"Eso no es fe, sino fanatismo.
La fe exige un valor aún mayor:
el de reconsiderar las propias convicciones
y recharzarlas si no cuadran con los hechos".

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