domingo, 18 de marzo de 2012

128 UMPA


El Maestro no dejaba de recordar a la gente
que vivían como si fueran robots:
"¿Cómo podéis llamaros ´humanos´
cuando todos vuestros pensamientos,
sentimientos y acciones brotan mecánicamente,
no de vosotros mismos,
sino de vuestros condicionamientos?"

"¿Y hay algo que pueda acabar con los condicionamientos
y liberarnos?", le preguntaron los discípulos.

"Sí, la conciencia".

Y, como si lo hubiera pensado mejor, añadió:
"...y la catástrofe".

"¿La catástrofe?"

"Sí. Un inglés muy inglés me contó una vez cómo,
tras naufragar su barco en mitad del océano
y nadar junto a otro inglés durante toda una hora,
al fin consiguió liberarse de sus condicionamientos y
hablarle al otro... ¡sin haber sido presentado!"

"¿Y qué le dijo?"

"Le dijo: ´Perdóneme por dirigirme a usted
sin haber sido presentados, pero
¿sabe usted si es éste el camino para Southampton?"

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