miércoles, 4 de abril de 2012

188 UMPA.

 
A propósito del modo en que unas personas miran a otras, el Maestro referió un día el siguiente episodio personal:

Poco después de casarse, había vivido durante una temporada en el décimo piso de un edificio de apartamentos.
Un día, cuando su joven mujer salió de la ducha
para coger una toalla, vio que al otro lado de la ventana estaba mirándola fijamente el encargado de limpiar los cristales del edificio.
Ella se quedó como clavada al suelo,
incapaz de mover un solo músculo, debido a la sorpresa.

Al cabo de un minuto, el individuo rompió el hechizo:
"¿Qué pasa, señora?
¿Nunca ha visto a un limpia-ventanas?"

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