jueves, 26 de abril de 2012

237 UMPA.


Cuando el Maestro oía decir a alguien:
Me gustaría mucho más mi mujer si fuese 
de otra manera", solía contar lo que le ocurrió a él
un día mientras contemplaba una puesta de sol
en el mar.

"¿No es precioso?", le dijo entusiasmado
a una pasajera que se encontraba junto a él
apoyada en la barandilla.

"Sí", dijo de mala gana la mujer. 
"Pero ¿no cree usted que estaría mejor
con un poco más de rosa a la izquierda?"

"Todo el mundo", dijo el Maestro, 
"te resulta encantador cuando prescindes
de las expectativas que te habías forjado sobre
cómo deberían ser".

No hay comentarios:

Publicar un comentario