jueves, 26 de abril de 2012

245 UMPA.

Resultado de imagen de disparando a la diana
"Escucháis", dijo el Maestro, "no para descubrir
nada nuevo, sino para dar con algo que confirme lo
que pensáis. Discutís, no para hallar la verdad, sino
para defender vuestra manera de pensar".

Y contó la historia de aquel rey que, al pasar por
una pequeña ciudad, vio que por todas partes había
señales de la presencia en ella de alguien dotado
de una asombrosa puntería: en árboles, vallas
y paredes había infinidad de dianas con un agujero
de bala en el mismísimo centro. Cuando quiso que
le presentaran a tan extraordinario tirador, éste
resultó ser un muchacho de diez años.

"¡Es increíble!", dijo el rey asombrado.
"¿Cómo demonios lo haces?"

"Es muy fácil, Majestad", le respondió.
"Primero disparo, y luego dibujo la diana".

"Lo mismo hacéis vosotros: primero sacáis vuestras
conclusiones, y luego construís en torno a ellas 
vuestras premisas", dijo el Maestro. 
"¿Acaso no es así cómo os las ingeniáis para 
aferraros a vuestra religión o a vuestra ideología?"

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