jueves, 26 de abril de 2012

251 UMPA.


Un activista regresó al monasterio para averiguar
de qué clase de luz tenía aún necesidad.

"La luz que todavía necesitas", le dijo el Maestro,
"es la que te permita conocer la diferencia entre 
un amante y un activista. El amante toma parte
en una sinfonía".

"¿Y el activista?"

"El activista sólo oye el sonido de su propio tambor",
dijo el Maestro.

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