Cuando alguien expresó el odio que sentía
hacia los opresores de su país, el Maestro le dijo:
"Jamás permitas que nadie te arrastre tan abajo
que te haga odiarlos".
El Maestro solía decirles: "Las mejores cosas de la vida no pueden lograrse por la fuerza". "Puedes obligar a comer, pero no puedes obligar a sentir hambre; puedes obligar a alguien a acostarse, pero no puedes obligar a dormir; puedes obligar a que te elogien, pero no puedes obligar a sentir admiración; puedes obligar a que te cuenten un secreto, pero no puedes obligar a inspirar confianza; puedes obligar a que te sirvan, pero no puedes obligar a que te amen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario