"¿Qué os enseña vuestro Maestro?"
"Nada".
"Entonces, ¿qué demonios ofrece?"
"Todo cuanto quieras tomar de su silencio,
y de su amor, y de los rayos de las miríadas de soles
que brillan en su cielo interior
y en toda hoja y toda brizna de hierba".
El Maestro solía decirles: "Las mejores cosas de la vida no pueden lograrse por la fuerza". "Puedes obligar a comer, pero no puedes obligar a sentir hambre; puedes obligar a alguien a acostarse, pero no puedes obligar a dormir; puedes obligar a que te elogien, pero no puedes obligar a sentir admiración; puedes obligar a que te cuenten un secreto, pero no puedes obligar a inspirar confianza; puedes obligar a que te sirvan, pero no puedes obligar a que te amen.
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