viernes, 4 de mayo de 2012

296 UMPA.


Un millonario llegó al monasterio con la intención de
"enseñarle a ese viejo loco algo de los placeres del mundo,
para que no desperdicie su vida con las privaciones
de un monasterio".

Los discípulos, sabedores del deleite que hallaba el Maestro
en las cosas buenas de la vida, se rieron con ganas al oírlo.
"Enseñar a ese viejo loco a disfrutar de la vida",
dijo uno de ellos, "es como bañar a un pez".

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