viernes, 4 de mayo de 2012

303 UMPA.


"Ando buscando la paz que proporciona el morir a uno mismo".

"¿Quién es el que busca esa paz?", dijo el Maestro.

"Yo".

"¿Y cómo va tu - ´Yo´ a conseguir una paz que  sólo ha de darse
cuanto tu ´Yo´ haya muerto?"

Y más tarde contaría esta historia:

Cuando murió el viejo vendedor de botones y cintas,
dejó, para sorpresa de todos, una enorme fortuna en
pólizas de seguros.

Lo cual, sin embargo, no sirvió para consolar a su viuda,
que se lamentaba: "Mi pobre esposo... Toda su vida
trabajando incansablemente en la más absoluta pobreza,
y ahora que Dios nos envía esta fortuna,
¡él no está aquí para disfrutarla!"

No hay comentarios:

Publicar un comentario