jueves, 10 de mayo de 2012

325 UMPA.


Una discípula estaba convencida de que era
una persona egoísta, mundana y poco espiritual.
Sin embargo, después de una semana en el 
monasterio, el Maestro la declaró espiritualmente
sana y capaz.

"Pero ¿no habría algo que pudiera hacer para ser
tan espiritual como los demás discípulos?"

A lo cual replicó el Maestro:

Un hombre compró un automóvil y, al cabo de seis
meses, tras una cuidadosa serie de cálculos, llegó
a la conclusión de que no estaba sacándole 
el fenomenal rendimiento que la había prometido
el vendedor. Acudió entonces a un mecánico,
el cual, tras revisar el auto, le aseguró
que estaba en perfectas condiciones.

"Pero ¿no habría algo que pudiera hacer
para mejorar su rendimiento?",
le preguntó el hombre.

"Bueno, sí", dijo el mecánico.
"Puede usted hacer lo que hacen casi todos 
los propietarios de un automóvil".

"¿Y qué es?"

"Mentir acerca de su rendimiento".

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